CRÍTICA: "El vicepresidente: más allá del poder" (2018) de Adam McKay

vice
Título original: Vice
Director: Adam McKay
Cast: Christian Bale, Amy Adams, Steve Carrell, Sam Rockwell, Jesse Plemons
País: Estados Unidos
Año: 2018
Duración: 132 minutos

Nada detiene a Dick Che...ehm, digo, Christian Bale
Adam McKay, reconocido por su anterior trabajo en 2015 "The Big Short" ("La gran apuesta"), llega con otra cinta basada en hechos reales para, justamente, redoblar la apuesta. Esta vez no se centra en lo económico sino en lo político (aunque vayan de la mano). "El vicepresidente: más allá del poder" trae la historia de Dick Cheney, un callado burócrata de Washington que acabó convirtiéndose en el hombre más poderoso del mundo durante su vicepresidencia en el mandato de George W. Bush, con consecuencias para Estados Unidos y el resto del mundo que duran hasta estos días.
La excelente labor que había realizado con "La gran apuesta" le daba la suficiente espalda a McKay para cargarse semejante historia. Y no le pesó para nada. Es para resaltar el trabajo de investigación de la producción para conseguir anécdotas del político desde su juventud, conocerlo lo más profundo posible, y así caracterizarlo y plasmarlo en pantalla de una manera muy orgánica y sin desviarse de la trama propia de la película en ningún momento.
La película tiene un ritmo frenético y muchas chispas de comedia que son fundamentales para el éxito de la misma, ya que se contrapone totalmente al aburrido y pensativo Dick Cheney. Nuevamente, McKay optó por estas decisiones que le otorgan la verdadera esencia al filme. Con algunas retrospecciones y prospecciones a lo largo de su metraje, nunca pierde coherencia; el guión es exquisito, mesurado, y en ningún momento se pierde el hilo de la trama.
El repaso histórico es entretenido en todo momento gracias a la audacia de una excelente dirección y la magnificiencia del reparto. Sam Rockwell y Amy Adams (ambos nominados al Oscar) como George W. Bush y la esposa de Cheney están en su máximo esplendor, Steve Carrell y Jesse Plemons hacen lo suyo, pero el trabajo de Christian Bale como Dick Cheney es algo fuera de serie, es algo digno de Bale. Además del cambio físico -al cual ya nos tiene acostumbrado el actor- compone al personaje con una marcada presencia y en ningún momento vemos al verdadero Bale. Se debería llevar el Oscar.
Todas estas virtudes están acompañadas con una creatividad mayúscula en la realización, pero en todo momento es crítica para con Cheney, Bush, y casi todos los miembros políticos en Washington, con varios guiños a la actualidad con Trump y la misma sociedad norteamericana.
"El vicepresidente: más allá del poder" retrata una historia oscura en la realidad de Estados Unidos y, a pesar de entretener en las más de dos horas, nunca deja al espectador sacarle el peso y lo terrible de lo tratado en cuestión.
Puntaje: 9/10

Manuel Otero

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